Casa de arquitectura tradicional canaria, construida sobre una roca de lava volcánica a finales del siglo XIX, restaurada en el año 2006, conservando al máximo la estructura originaria. Se puede pasear por la finca que dispone de distintos frutales como aguacates, limones, naranjas, mangos, plátanos, guayabos y tunos, que es posible disfrutar según la temporada. Es una vivienda aislada, a la que se accede por una pista de tierra de unos 200 metros que cruza el Barranco de Tasarte. Cuenta con un excelente clima, al tratarse una zona muy soleada y de baja altitud sobre el nivel del mar. En Tasarte puede disfrutar del campo, el sol del sur de la isla, el senderismo o el ciclismo, además de la pesca o de la playa de aguas cristalinas.